El ajedrez: Es un deporte en equipo. Aprende cómo paso a paso En la siguiente entrada aprenderás acerca del ajedrez, un deporte en equipo,...
El ajedrez: Es un deporte en equipo. Aprende cómo paso a paso
En la siguiente entrada aprenderás acerca del ajedrez, un deporte en equipo, sigue cada paso y aprende cómo ganar en cada partida.
El ajedrez nos transporta a una partida en la que nos vemos cara a cara contra nuestro adversario, en donde cada uno debe mover sus piezas de tal manera, que sea capaz de capturar al rey enemigo, y aunque parezca contradictorio, si bien es un juego de 1 vs 1, también podemos afirmar que es de equipo y a continuación, les daremos las razones suficientes para afirmar lo anterior.
¿De qué va el ajedrez?
Antes de adentrarnos en el tema que nos apaña hoy, primero revisaremos rápidamente de qué va el ajedrez y con ello, reforzaremos el tema principal. En este caso, cuando hablamos de ajedrez, lo primero que se nos viene a la mente, es un tablero en donde hay 16 piezas de cada lado y cada una de estas, es controlada por un jugador, por lo que desde ya, todo apunta a que las partidas son de 1 contra 1.
Si lo vemos desde esa perspectiva, claramente, podemos quedarnos con la idea de que este juego no es de equipo, sin embargo, aunque es válido quedarnos con esa percepción, también debemos destacar que reduce considerablemente su alcance en varios aspectos,y todos estos a su vez, pueden disminuir el rendimiento del jugador de una u otra forma.
Con lo anterior presente, cerrarnos a la idea de que el ajedrez es un juego de 1 vs 1 por el hecho de que las partidas se juegan efectivamente un 1 contra 1, nos resta mucho alcance y por tanto, veremos en las siguientes líneas, cómo el ajedrez si bien trata de partidas individuales, también podemos llevarlo al ámbito de los equipos.
Entonces ¿de qué va el ajedrez? El ajedrez nos transporta a un tablero en donde 2 jugadores se enfrentan por capturar al rey enemigo y justamente, es en esos momentos que parece que estamos jugando solos, es cuando realmente estamos jugando en equipo y para ello, debemos separar este concepto en 2 partes y al juntarlas, tenemos el todo que estamos buscando.
La primera parte, son las piezas, y la segunda, son aquellas personas con las que practicamos y jugamos el día a día, a continuación, desglosaremos cada uno de estos para poder entender con más claridad el porqué el ajedrez efectivamente, sí es un deporte de equipo.
Conoce todas las piezas del ajedrez
La primera parte para entender por qué el ajedrez es un deporte de equipo, consta de conocer todas las piezas y sacarle el máximo provecho a cada una, y para ello, primero haremos un repaso por lo que cada una ofrece, y aunque parezca que poco o nada tiene que ver, en realidad, está mucho más entrelazado de lo que podemos percibir a simple vista.
Para empezar, cada jugador cuenta con 16 piezas, las cuales se dividen en 2 grupos, piezas menores y mayores, las menores son las que valen menos puntos a la hora de la captura, mientras que las mayores, como es de esperarse, valen más puntos, aunque para efectos de esta revisión, los puntos no serán de mayor importancia.
Peón
La primera de las piezas menores, es el peón, y cada jugador, cuenta con 8 de estas, las cuales se alinean por delante de los reyes. Esta pieza es indudablemente, la más débil de todas en cuanto a jugabilidad, ya que apenas puede moverse una casilla por cada turno, por lo que su avance es bastante lento.
Sin embargo, durante el primer movimiento, el jugador puede optar por avanzar 2 casillas, aunque esto solo es posible la primera vez que se mueve la misma. Ahora, en cuanto a su forma de capturar, también es muy peculiar, ya que solo puede hacerlo en diagonal y hacia adelante.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que se trata de la única pieza que no puede moverse hacia atrás, y por ello, solo podemos avanzar con ella. No obstante, si conseguimos llevarla hasta el final del tablero del adversario, es decir, la octava fila, podemos hacer una jugada conocida como coronación, en donde el peón que llegue al otro lado, puede convertirse en la pieza que queramos.
Caballo
El caballo es una de las piezas más complejas y a la vez, más interesante de todas, ya que es la única que puede saltar tanto nuestras piezas como las del enemigo, y esto se debe, a que se mueve en forma de L, abarcando un total de 3 casillas cada vez que lo hace.
Sin embargo, esta forma tan peculiar de moverse, la convierte en una pieza un tanto difícil de controlar, ya que generar jugadas, requiere de un visión más profunda del tablero, pero a la vez, esta misma dificultad que podemos experimentar al usarla, es la misma que experimenta nuestro adversario, ya que él también debe ver más allá para poder predecir los saltos que dará el caballo.
En cuanto a la cantidad de piezas, solo tenemos 2, por lo que debemos tener más cuidado al usarlo, ya que perderlos, nos restará una cantidad considerable tanto para atacar como para defendernos.
Alfil
El alfil también entra en la categoría de piezas menores, y al igual que el caballo, solo tenemos 2 disponibles, y aunque ambos se mueven de la misma manera, cada uno cubre un área específica del tablero.
En este caso, el alfil puede moverse cuantas casillas queramos siempre y cuando sea en diagonal y no haya otra pieza obstruyendo su paso. Por otro lado, como mencionamos, cada uno de los alfiles se encarga de un color específico de casillas, en donde uno cubre las blancas, mientras que el otro las negras y por su forma de moverse, no pueden salirse de ese patrón.
Torre
La torre ya forma parte del esquema de las piezas mayores, y la razón es bastante clara, ya que no solo es una de las más sencillas de usar, sino que también, es de las más fuertes por la presión tan rápida que podemos generar.
Para entender esto, debemos saber que las torres se mueven en línea recta, ya sea en horizontal o vertical, pudiendo abarcar todas las casillas que queramos mientras no haya otra pieza obstaculizando el paso.
Al tener 2 torres y con la sencillez que significa moverlas, suelen convertirse en las preferidas de los principiantes a la hora de hacer jaque mate, sin embargo, perderlas también representa un duro golpe a nuestras capacidades de control del tablero.
Dama o reina
La dama o como también se le conoce, la reina, es la pieza más poderosa de todas y lógicamente, forma parte de las mayores. La dama puede moverse tanto en diagonal como en línea recta, cubriendo filas y columnas enteras, es decir, en vertical y horizontal, por lo que podríamos decir que es una combinación entre el alfil y la torre, 2 piezas en 1.
Sin embargo, la presión tan fuerte que puede ejercer, también es controlada por el hecho de que solo tenemos una sola unidad y por tanto, debemos ser cautelosos a la hora de jugarla, ya que perderla, indudablemente nos debilitará en todo sentido.
Rey
El rey es la pieza más importante de todas por el simple hecho de que si es capturada, perdemos o ganamos la partida. Esta pieza tiene una movilidad muy limitada, ya que solo puede moverse una casilla a la vez en la dirección que queramos.
Otro detalle importante, es que si queda en el rango que otra pieza puede capturarla, se le considera como jaque, y estamos obligados a defendernos de esto, ya sea capturando a la pieza que nos está amenazando, movimiento a nuestro rey o atravesando otra pieza.
Las piezas son nuestro equipo
Acá es donde comenzaremos a darle forma a la relación que hay entre el ajedrez y el juego en equipo, y por ello, era necesario que conociéramos o por lo menos, viéramos todas las piezas, ya que en resumidas cuentas, estas son por defecto, nuestro equipo.
Decir que nuestras piezas son al mismo tiempo nuestro equipo, puede parecer algo fuera de lugar, ya que por lo general, se suele entender por equipo, al hecho de contar con otras personas en nuestro mismo bando y si bien es una definición aceptable, tampoco abarca todas las variables y en este caso, nos referimos a las piezas.
También podríamos llegar a determinar que las piezas no son nuestro equipo por el hecho de que no toman decisiones y generalmente, en un equipo, los miembros de este participan activamente ya sea jugando o tomando decisiones, y viendo que nuestras piezas no pueden hacer esto último, da la sensación que no son parte del equipo.
Sin embargo, hay una forma de ver esto de otra manera y para ello, citaremos un ejemplo de otro deporte, el fútbol, en donde si bien es mucho más fácil detectar a los miembros del equipo por el hecho de que pueden compartir opiniones, no debemos olvidar que es el entrenador quien decide en dónde ubicar y qué estrategias deben seguir los jugadores.
En este caso, las piezas son los jugadores y nosotros, somos el entrenador que decide cómo deben moverse por el campo, y aunque estas no pueden darnos su opinión, aportan por medio de su movilidad. No obstante, esto por sí solo aún no es suficiente para sacar este equipo adelante y por ello, necesitamos de jugadas más especializadas que a continuación, veremos.
Desarrolla a tu equipo en el ajedrez para abrir paso a las estrategias
Ahora que estamos de acuerdo en que nuestro equipo son las piezas, simplemente no podemos ir a una partida sin nada en mente o preparado, ya que efectivamente, para que ese equipo cumpla con su rol, necesitamos aprovechar al máximo todo el potencial que tiene para ofrecernos.
En este caso, se suele hablar de estrategias y estas a su vez, tienen ciertas condiciones para cumplirse, pero antes de sumergirnos en estas, es primordial conocer las fases de una partida, ya que durante estas, es que podremos ejecutar los patrones generales que debemos atender para poder materializar esas jugadas especializadas.
Teniendo presente lo anterior, una partida de ajedrez se desarrolla en 3 etapas, siendo estas la apertura, el juego medio y el final, y las 3, están estrechamente relacionadas, por lo que si tenemos una apertura con fallas y sin una visión clara, el juego medio también será complicado y difícilmente podamos cerrar la partida nuestro favor.
Apertura
La apertura es el pilar de toda nuestra partida y por ello, debemos mover nuestras piezas, es decir, a nuestro equipo, de tal manera que podamos crear las bases para desarrollar jugadas más complejas a medida se avanza en el juego.
En la apertura tenemos varios objetivos que cumplir o por lo menos, debemos trabajarlos lo mejor que nos sea posible y en esta oportunidad, se trata del despliegue de nuestras piezas, en otras palabras, posicionarlas de tal manera, que podamos controlar el centro del tablero y con ello, decidir el ritmo de la partida.
Y mientras hacemos eso, también debemos resguardar a nuestro rey, es decir, protegerlo y usualmente, esto suele hacerse por medio del enroque, en donde intercambiamos las posiciones de la torre y el rey de acuerdo a las reglas establecidas.
Juego medio
El juego medio comienza aproximadamente después de 13 turnos y para ese momento, ya debimos haber desarrollado las piezas que usaremos para armar las jugadas. También deberíamos controlar el centro del tablero o por lo menos, evitar que el rival lo haga, y nuestro rey ya tiene que estar protegido.
Si conseguimos todo lo anterior, es el momento de pasar a la ofensiva, proponiendo jugadas más agresivas que nos permitan presionar y desestabilizar al adversario, siempre recordando que no estamos solos y que en su lugar, nuestro equipo está junto a nosotros.
El final
Este es el momento en el que tanto nuestro rey como el del adversario, comienzan a ser atacados, lo que supone un síntoma de que estamos por terminar la partida y es acá, en donde mejor debemos trabajar con nuestro equipo, entrelazando las piezas para que seamos capaces de presionar con otra de forma indirecta, por ejemplo, al mover un peón, abrimos paso para que nuestra dama pueda poner en jaque al rey.
Si conseguimos manejar esas 3 etapas, en algún momento seremos capaces de identificar las mejores oportunidades, lo que a su vez, se traducirá en estrategias más sólidas y estas, una vez más, nos permitirán desarrollar con más certeza a nuestro equipo, lo que supone un factor determinante para obtener la victoria.
Y con esto, nos referimos al factor psicológico, ya que está comprobado que sentirnos apoyado en la situación que sea, nos dará mucho más ánimo y por ende, seremos más perspicaces por el simple hecho de estar convencidos de que no estamos solos en esto, y en este caso, no estamos solos en el tablero, ya que nuestras piezas, están con nosotros, pero eso no es todo y a continuación, veremos otra forma de hacer equipo muy interesante.
Conoce otra faceta de los equipos y el ajedrez
Muy bien, supongamos que el hecho de considerar a las piezas como parte de nuestro equipo, les parezca algo rebuscado y en su lugar, estemos buscando un equipo con el cual compartir ideas, darnos ánimos y practicar para los siguientes encuentros, y si bien todos estamos de acuerdo en que el ajedrez es de partidas de 1 contra 1, también podemos formar equipo con otros jugadores.
Esto significa, que podemos ser parte de algún grupo que se dedique al igual que nosotros, a jugar ajedrez, ya sea por diversión, para mejorar e incluso, para practicar para competiciones oficiales, y en las siguientes líneas, les daremos varios ejemplos sobre esto.
Entrenamiento o prácticas en grupo: En esta modalidad, se suelen reunir los miembros del mismo grupo para practicar jugadas y situaciones complejas en una partida, pero también hay casos en los que se reúnen 2 grupos diferentes para intercambiar conocimientos
Ligas y/o torneos por equipos: Si formamos parte de un equipo oficial de ajedrez, podremos competir en torneos junto a nuestro equipo, y aunque cada quien debe jugar sus partidas de forma individual, antes o después de estas, podremos compartir experiencias, consejos, entre otros.
Olimpiadas de ajedrez: Se trata de un evento a nivel internacional, en donde cada país es representado por un equipo, los cuales deben conseguir la mayor cantidad de puntos posibles en diversas partidas, y pese a que, estas son individuales, el rendimiento general de todo el grupo, determinará el resultado que consiga el país al que se está representando.
Eventos escolares y/o universitarios: Esta es una de las formas más agradables de experimentar el ajedrez, en donde las instituciones envían a los equipos para que los representen ante otras entidades educativas, lo que supone una oportunidad muy gratificante para el jugador y posiblemente, lo aliente a seguir mejorando de cara al futuro.
También hay otras formas de jugar partidas por equipo en donde los encuentros son de 2 vs 2, y cada pareja, tendrá un turno para mover sus piezas, sin embargo, esta modalidad es más jovial que otra cosa, por lo que se trata de una variante del ajedrez que no veremos en competiciones profesionales, pero indudablemente sirve para afianzar los lazos entre los jugadores.
El ajedrez, un deporte de equipo
Llegados hasta acá, podemos decir con total certeza, que el ajedrez, aunque no a simple vista no lo pareciera, en realidad es un deporte de equipo, y para ello, podemos comenzar con el hecho de considerar nuestras piezas como parte del mismo.
Con eso en mente, podríamos decir que tenemos a 16 integrantes acompañándonos durante la partida y cada uno de estos, aporta un granito de arena a su manera, ya sea con movimientos impresionantes, como los que ofrece la dama, que abarca diagonales, líneas rectas y columnas enteras, o como el caballo, con su peculiar salto en L, sorprendiendo a todos con jugadas que parecían no existir.
Jugar de esta forma, puede darnos mucha más confianza y con ello, seremos capaces de afrontar partidas más complejas, sin embargo, también es posible que estemos buscando en un equipo, consejos, opiniones e incluso, amistad con otros jugadores y de ser así, no hay ningún problema, ya que el ajedrez, también nos ofrece todo eso.
En esos casos, podemos integrarnos a un grupo del colegio bajo la modalidad de actividades extracurriculares o bien podríamos asistir a alguna academia especializada en ajedrez, ya sea para mejorar o para conocer a otras personas con nuestra misma afición.
En cualquier caso, el ajedrez es un deporte que pese a practicarse en partidas individuales de uno contra uno, en realidad, puede llegar a ser bastante fraternal si así lo que queremos, ya que podemos compartir consejos, ideas, ánimos e incluso, simplemente hacerle compañía a ese amigo que está por jugar una partida importante.
Conoce y apoya a Alondra Bagatella, una joven promesa del ajedrez con un futuro brillante
Alondra Bagatella es una niña mexicana que ha demostrado un gran talento para el ajedrez, el cual ha ido desarrollando desde una muy temprana edad, lo que la ha llevado a convertirse en una de las promesas más jóvenes de su país.
El éxito de Alondra hasta la fecha, nos muestra que el talento cuando es guiado como debe ser, no tiene límites y durante su corta carrera, la joven Alondra no solo ha contado con la instrucción de otros compañeros y profesores, sino también, con el apoyo de sus piezas.
¡Así es! Alondra no está sola en las partidas, ya que si bien cuenta con el apoyo de sus seres queridos, también cuenta con sus piezas, a las que ha llegado a comprender de tal manera, que puede visualizar jugadas fuertes, rápidas y concisas, lo que demuestra una vez más, que el ajedrez es todo un deporte de equipo.
Sin embargo, poder dedicarse al completo a esta disciplina, no es sencillo, sobre todo desde el punto de vista económico y por ello, los invitamos a apoyar con cualquier granito de arena a esta prominente jugadora a alcanzar su sueño.
Estos son los canales de donación, y para aquellos que tengan alguna duda o desean conocer de qué otra manera pueden ayudar, les compartiremos la información de contacto.
Contacto WhatsApp: +52 33 8000 0888
Correo Electrónico: alondra@bagatella.mx
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