Ajedrez para principiantes: Entiende este principio paso a paso. Aprendiendo desde cero. En la presente entrada aprenderás cómo jugar ajed...
Ajedrez para principiantes: Entiende este principio paso a paso. Aprendiendo desde cero.
En la presente entrada aprenderás cómo jugar ajedrez desde cero, paso a paso entenderás los principios necesarios para dominar esta extraordinaria disciplina.
Las partidas de ajedrez suelen ser un mundo de posibilidades en donde cada jugador tiene cualquier cantidad de jugadas a la mano, por lo que optar por la mejor de todas, no es tarea fácil, sin embargo, los más experimentados pueden hacerlo y esto lleva a muchos principiantes a preguntarse cómo lo hacen, y acá, les compartiremos el principio que todos deben manejar para conseguir eso.
Principiantes en el ajedrez
Todo aquel que se interesa por el ajedrez, indudablemente comenzará por el nivel básico o inicial, comúnmente conocido como principiante, palabra que denota que el jugador no solo está conociendo las reglas y estrategias, sino que aún está muy lejos de dominarlas, llevándolo a cometer errores que cualquier otro jugador con algo de experiencia, no cometería o por lo menos, sería muy improbable que pasara.
Al comienzo, es normal no estar familiarizado con estas y por ende, es muy probable saltarnos aspectos fundamentales que podrían ayudarnos a ganar una partida y por el contrario, al no estar al tanto de lo que deberíamos hacer, nuestro control de las piezas tienden a ser más frágil y en consecuencia, para un jugador más experimentado, no le es tan difícil superar nuestras estrategias.
Si bien es normal que al principio no tengamos una visión clara de lo que hacemos en el tablero, nuestro deber, en el caso de que queramos seguir mejorando, es conocer con más detalle las reglas que rigen este juego y una vez las hayamos entendido, el siguiente paso será dominarlas, y al hacer eso, finalmente podremos salir del rango principiante y comenzar a tener partidas de mayor nivel.
Teniendo en cuenta lo anterior, lo primero que un principiante en el ajedrez debe conocer, son las reglas y en cierto modo, son bastante sencillas, al menos las más esenciales, por lo que muy probablemente con un solo día o quizás dos, podremos recordarlas, y en este caso, haremos un repaso por todas estas para ir afinando el punto clave al que queremos llegar en estas líneas.
Reglas del ajedrez
Las reglas en el ajedrez, son muy variadas, ya que velan desde los aspectos que deben cumplir los jugadores, hasta el movimiento que puede hacer cada pieza, y con el primero de estos, nos referimos a las condiciones que cada jugador debe cumplir para que se pueda dar una partida en igualdad de condiciones, mientras que el segundo punto, engloba la forma en la que cada una de las piezas interactúan en el tablero.
Con eso en mente, haremos una división de las reglas, aunque debemos dejar en claro, que esta división que hacemos acá, es una forma personal de poder entender mejor las reglas y que sea más sencillo para los principiantes poder conocerlas, y esto quiere decir, que a nivel de estudios en el ajedrez, no está contemplado, por lo que no las conseguirán descritas de esta manera en otro lado.
Entonces, habiendo aclarado esto, procederemos a lo que nosotros llamaremos, reglas del ajedrez dirigidas a los jugadores, siendo estos los aspectos que deben cumplir para que la partida sea justa para ambos.
Reglas para los jugadores
Las reglas de los jugadores, cubren todos los detalles que están expresamente dirigidos a ellos, como lo serían guardar silencio durante el turno del adversario, jugar una sola pieza en su turno, entre otros similares, lo que se traduce, en no hacer trampa, el cual es el principio básico para que una partida pueda desarrollarse como debe ser.
No hacer trampa
Como principiantes que somos, debemos acostumbrarnos a nunca hacer uso de jugadas o comportamientos indebidos que pongan en desventaja al rival o que de plano, nos den una ventaja injusta, ya que formar nuestras habilidades con unos cimientos como esos, tarde o temprano nos llevará a un punto en el que simplemente no mejoraremos por más que lo hagamos.
En otras palabras, para mejorar, se necesita habilidad, habilidad que no tenemos porque en lugar de aprender a jugar, nos dedicamos a crear situaciones desfavorables, por lo que en resumidas cuentas, no debemos hacer trampa.
Las partidas son de 1 contra 1
Ahora que estamos de acuerdo en que no debemos hacer trampa, el siguiente paso es definir las partidas, quiénes se enfrentarán y las condiciones que hay cumplir. En líneas generales, las partidas siempre son de 1 vs 1, en donde cada jugador controla un lado del tablero, ya sea con las piezas blancas o negras.
Sin embargo, puede haber ciertas excepciones si como jugadores, se acordaron antes, como lo sería contar con ayuda de un tercero o que las partidas sean de 2 vs 2, no obstante, hay que tener en cuenta que estos acuerdos, son solo para partidas amistosas, ya que en las oficiales, siempre usarán el formato previamente dicho, 1 contra 1.
Como se puede leer, las reglas del ajedrez en el caso de los jugadores, son bastante simples de cumplir y se resumen, en no hacer trampa y jugar partidas de 1 contra 1. En cuanto a lo de no hacer trampa, no entraremos mucho en detalle, ya que es muy extenso todo ese apartado.
Podríamos decir que hablar mientras el adversario juega, es desconcentrarlo, podríamos decir que mover una pieza cuando no es nuestro turno, es hacer trampa, podríamos decir que recibir ayuda de un tercero, es hacer trampa, y en general, podemos englobar hacer trampa todo acto que perjudique la partida del adversario del mismo modo que nos beneficie a nosotros.
Reglas para las piezas / tablero / partida
En esta sección, terminamos de englobar el resto de reglas que debemos cumplir para jugar una partida de ajedrez en condiciones justas para ambos jugadores, por lo que ahora veremos todo lo que compete para las piezas, el tablero y la partida en general.
Es importante tener presente que al igual que las reglas para los jugadores, este otro conjunto de reglas, los hemos definido de esta forma para poder separarlos o filtrarlos de tal manera, que los principiantes puedan identificarlos con mayor facilidad.
Piezas menores
En el ajedrez, hay un total de 32 piezas, de las cuales, son 16 para cada jugador, y estas piezas a su vez, tienen formas específicas de jugar, por lo que se dividen en 2 categorías, piezas menores y mayores, y esto se debe, al puntaje que cada una de estas tiene al momento de ser capturadas..
En este caso, comenzaremos por los peones, en donde cada jugador cuenta con 8 y se trata, de la pieza básica por excelencia, ya que solo pueden moverse una casilla por turno, salvo en su primer movimiento, en donde el jugador puede decidir si moverse un espacio o 2. El peón puede capturar solo en diagonal y siempre hacia adelante, siendo la única pieza que no puede retroceder.
Luego tenemos al caballo, del cual solo tenemos 2 unidades y este, puede moverse en L, contando con la peculiaridad de que puede saltar piezas tanto aliadas como enemigas. El siguiente es el alfil y al igual que el caballo, tenemos 2, y estos, pueden moverse en diagonal todas las casillas que queramos siempre y cuando no estén bloqueadas.
Piezas mayores
Ahora pasamos a las piezas mayores, comenzando por la torre y se trata de una de las más fuertes, ya que puede moverse en línea recta tanto de forma vertical como horizontal, convirtiéndose en una de las más fáciles de usar y gracias a esto, como principiantes, podemos generar una gran presión sin tener mucha experiencia, ya que la versatilidad que ofrecen, puede complicarle la partida a cualquiera.
La siguiente es la reina, también conocida como la dama y en definitiva, es la pieza más imponente y con mayor presencia de todo el tablero y con justa razón, ya que puede moverse tanto en diagonal como en línea recta todas las casillas que queramos mientras no estén bloqueadas, por lo que prácticamente, se trata de una combinación entre el alfil y la torre.
Por último, tenemos al rey, la pieza principal, ya que de la seguridad de esta, depende de si ganamos o perdemos la partida. El rey si bien es la más importante, está lejos de ser la más fuerte, ya que solo puede moverse 1 casilla por turno, aunque en la dirección que queramos, lo que compensa medianamente su poca movilidad, y ya con esto, hemos revisado las 16 piezas, las cuales se distribuyen en 8 peones, 2 caballos, 2 alfiles, 2 torres, una dama y un rey.
Tablero
El tablero del ajedrez, es donde se llevará a cabo la partida, y este, está compuesto por un total de 64 casillas que están intercaladas entre una de color blanco y otra de color negro, o en su defecto, para otros modelos, puede que no se usen los colores antes mencionados, por lo que pueden ser suplantados siempre y cuando se mantenga la estética de uno claro y otro oscuro.
Cada jugador debe posicionarse en un extremo del tablero, y delante de este, deben tener sus 16 piezas, las cuales han de cubrir 2 filas completas, en donde la posterior, estará ocupada por las piezas con mayor movilidad, caballos, alfiles, torres, reina y rey, mientras que en la siguiente, veremos a los 8 peones.
Con todo lo que hemos descrito, es necesario que cada jugador respete el número de casillas que puede moverse dependiendo de la pieza que esté usando, y mientras se mantenga esa dinámica, estaríamos cumpliendo con las normas o reglas que abarcan esta sección.
Partida
Por último, tenemos las reglas de la partida en general y esta, comprende el momento en cuándo se inicia y cuándo termina, al igual si hay tiempo de por medio o no. En ese sentido, una partida comienza cuando se mueve la primera pieza, siendo estas del lado de las blancas.
En cuanto a la terminación de la partida, esta normalmente finaliza cuando el rey de cualquiera de los 2 jugadores, es capturado y para ello, hay que hacer jaque mate, el cual comprende dejar a esa pieza sin la posibilidad de escapar a ningún lado.
Por otro lado, también podemos decidir si la partida se juega con tiempo o no, y para ello, solo se necesita un reloj, el cual deberemos fijar para que muestre un conteo hasta que llegue a 0 o en su defecto, alcance el tiempo que hemos estipulado.
Si este es el caso, cada jugador deberá activar su tiempo al momento de comenzar su turno, y detenerlo una vez finalice su movimiento. Esto obliga a los jugadores a ser mucho más rápidos, lo que podría llevarlos a cometer errores que se castigarán muy caro.
Si se juega con tiempo, las piezas pasan a tener un puntaje, ya que es posible que este se acabe sin que el rey haya sido capturado y en esas situaciones, se suman los puntos de todas las piezas capturadas, siendo estos los siguientes:
Etapas de una partida de ajedrez
Hasta ahora, hemos revisado las reglas, por lo que poco a poco nos estamos acercando al principio clave que debemos conocer para poder dominar nuestras partidas, pero antes de eso, aún queda repasar un aspecto más y se trata, de las etapas que tiene un juego de ajedrez.
Estas etapas, se definen por el tiempo en el que se van desarrollando, y por ende, se pueden dividir en 3, siendo estas la apertura, el juego medio y el cierre o final, y como se habrán dado cuenta, los nombres que reciben, describen relativamente en qué se centra cada una, pero aun así, es necesario desglosar todas las características que abarcan.
Apertura
Comenzamos por la apertura y se trata precisamente, del comienzo de una partida. Esta etapa tiene 3 objetivos primordiales y como jugadores, es necesario que los consigamos los 3 para poder plantar una partida a la altura.
Estos 3 objetivos consisten en desarrollar las piezas, controlar el centro y proteger al rey, y si bien no tienen un orden específico en el que debemos ejecutarlo, lo cierto es que debemos cumplir con las 3 o por lo menos, llevarlas a cabo lo mejor que nos sea posible.
En este caso, desarrollar las piezas, consiste en que movilicemos la mayor cantidad posible o en su defecto, aquellas que nos servirán para armar nuestras estrategias, por lo que es necesario que nuestro peones abrán paso al resto de nuestras piezas, lo que facilitará un mayor ataque al igual que una mejor defensa.
Luego tenemos el centro, en donde debemos lograr que nuestras piezas controlen la mayor cantidad de casillas posibles, evitando que el adversario pueda desplegar sus piezas al mismo tiempo que nosotros seamos capaces de movernos con mayor libertad.
Y por último, tenemos la protección del rey, y acá, debemos ubicarlo en un lugar en donde no sea de fácil acceso y cuente con varias piezas protegiéndolo y por lo general, se suele usar el enroque. Cabe resaltar que la apertura dura alrededor de 13 turnos, y por ello, debemos jugar nuestras piezas con cuidado.
Juego medio
El juego medio dependerá de qué tan bien hicimos la apertura, por lo que si no conseguimos desplegar nuestras piezas, ni controlar el centro ni proteger al rey, es casi una certeza que nuestro adversario tiene la partida ganada, pero en caso de que hayamos hecho las cosas bien, tendremos un amplio margen para jugar.
Con las piezas desplegadas, el centro controlado y el rey protegido, ya podemos armar estrategias lo suficientemente fuertes como para empezar a debilitar el tablero del rival, lo que nos llevará a la tercera y última etapa.
Cierre o final
El cierre o final, es el punto culmen de una partida, en donde debemos comenzar a atacar al rey. Ya para este momento, el tablero muy probablemente esté mermado y sean pocas las piezas que aún estén en pie.
Esta etapa se destaca porque comenzamos a ver jaques más seguidos y también, es donde vemos diferentes estrategias para finalmente, acorralar al rey hasta el punto en que no tenga escapatoria y se termine el encuentro.
El principio clave del ajedrez
Finalmente hemos llegado al tema que más nos interesa y se trata del principio que es clave para dejar de ser principiantes. Es importante destacar que en un comienzo, será difícil dominar esta estrategia, por lo que la práctica será primordial en todo esto.
Ahora ¿en qué consiste este principio? Este se enfoca en dominar el centro del tablero, pero ¿qué quiere decir esto? ¿Cómo se domina el centro del tablero? Para ello, es importante haber repasado las etapas de una partida, ya que la apertura, es el mejor momento para apoderarnos del centro aprovechando que es un terreno neutral.
Controlando el centro
Para controlar el centro, se pueden hacer uso de diversas estrategias, pero una de las más sencillas y de menor riesgo, son los peones, y si bien pueden moverse tan solo 1 casilla por turno, si hacemos uso de su doble movimiento, cubriremos más espacio y si perdemos alguno, no significará un golpe muy duro a nuestras filas.
Controlar el centro, es el principio para capturar al rey adversario, ya que cubrir esas casillas, implica que tenemos mucho más espacio para desarrollar nuestras piezas sin la amenaza del rival y por el contrario, él no solo tiene menos espacio, sino que debe lidiar con la constante presión de que podemos capturar sus piezas.
Una vez que logremos dominar el centro, el ritmo de la partida la tendremos nosotros, por lo que el adversario prácticamente estará obligado a defenderse y esperar a que nos equivoquemos para poder remontar, pero caso de que nos mantengamos firmes, simplemente será cuestión de tiempo para que ganemos la partida.
Ajedrez: Controla el centro y la partida será tuya
Controlar el centro del tablero implica una mejor movilidad de nuestras piezas, lo que a su vez se traduce, en un mejor desarrollo para nosotros, sin embargo, conseguir esto no es nada sencillo y por tanto, era necesario que viéramos una vez más, conceptos y descripciones que ya hemos revisado con anterioridad.
Conocer las reglas, las piezas, su movilidad y las etapas de una partida, son cruciales para poder comprender no sólo la importancia de controlar el centro del tablero, sino que también, nos ayuda a idear mejores estrategias para conseguirlo.
Con esto presente, podemos decir que pulir nuestras bases, nos ayudará a desenvolvernos mejor en una partida y en este caso, nos ayudará a poner en práctica este principio clave, el cual pudiera parecer no ser tan importante, sobre todo si estiman que con un buen jaque mate, pueden cerrar la partida.
No obstante, llevar a cabo “ese jaque mate”, siempre será mucho más difícil cuantas menos casillas controlemos y ya que queremos mejorar como jugadores, lo mejor es asegurar las partidas como los profesionales que algún día podríamos llegar a ser con la dedicación necesaria.
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