Kobe Bryant, uno de los jugadores más icónicos en la historia del baloncesto, no solo dejó un legado de logros deportivos, sino también una filosofía
MENTALIDAD MAMBA: Discurso de motivación de Kobe Bryant
Kobe Bryant, uno de los jugadores más icónicos en la historia del baloncesto, no solo dejó un legado de logros deportivos, sino también una filosofía de vida conocida como la "Mentalidad Mamba".
Esta mentalidad, caracterizada por la disciplina, la perseverancia y el deseo inquebrantable de alcanzar la excelencia, ha inspirado a millones de personas alrededor del mundo.
En su discurso de motivación, Kobe comparte valiosas lecciones sobre cómo enfrentar los desafíos, superar los obstáculos y nunca conformarse con nada menos que lo mejor.
Acompáñanos en este recorrido por las enseñanzas de una leyenda cuyo espíritu competitivo y determinación siguen motivando a generaciones enteras.
Discurso de Kobe Bryant
Hoy puede ser el día en que tu carrera se acabe ¿y ahora qué haces? Dije: mejor me pongo a trabajar, descansa al final, no en el medio. No voy a descansar, voy a seguir luchando, hay muchas respuestas que no tengo, incluso preguntas que no tengo, pero voy a seguir adelante y voy a resolver estas cosas sobre la marcha, así sigues construyendo.
Así intento vivir todo el tiempo ¿tienes un sueño? Sacrificate por él y no descanses nunca. Cuando llegué a la NBA me dije “estos hombres no trabajan tanto”. Una de las cosas que hacía es que mientras otros estaban en la cafetería comiendo y haciendo otras cosas yo simplemente iba al gimnasio, volvía al gimnasio, ¿cómo puedo demostrar que no, que tengo ventaja?
Lo haces a través del entrenamiento, cuando me levanto por la mañana mi hija, va conmigo a las 4:00 a.m. Y se convierte en algo de padre e hija. A través de ese proceso entiendes el valor del trabajo duro, es a través de esos comportamientos donde encuentro la motivación para hacerlo.
Creo que la definición de grandeza es inspirar a la gente que está a tu lado, creo que eso debería ser la grandeza, no es algo que vive o muere con una persona, es como puedes inspirar a una persona para que a su vez inspire a otra persona y luego inspire a otra persona, así es que creo yo que se crea algo que dure para siempre.
¿De qué se trata?
No se trata de sentarte y ser feliz, tu líder o tu trabajo es sacar lo mejor de ellos, tienes que lidiar con ello, afrontarlo, aprender de ello, es emocionante cuando ganas y lo es cuando pierdes porque el proceso debería ser exactamente el mismo, pero lo más difícil es enfrentarte a esas cosas.
Pero ¿y si hoy es el día en que, ya está? ¿Ahora que haces? ¿Qué puedo decir? Mamba out.
Mis padres eran geniales, al crecer me inculcaron la importancia de la imaginación, de la curiosidad y de entender que si quiero conseguir algo no me puedo sentar aquí y decir: “sí, puedo hacer lo que quiero” sí, puedes, pero tienes que trabajar para conseguirlo.
Me enseñaron eso a una edad muy temprana, cuando creces de niño creces pensando que el mundo es tuyo, que todo es posible si te esfuerzas, creces teniendo esa creencia fundamental.
Influencia de sus padres
Ambos padres influyeron en distintos momentos, mi madre estaba ahí a diario, mi padre influyó en un momento realmente crítico en el que tuve un verano en que jugué al baloncesto cuando tenía 10 u 11 años.
Aquí estoy yo jugando y no meto ni un punto en todo el verano, ni uno, no marqué nada porque estuve terrible, ni un tiro de suerte, ni una escapada, cero puntos, recuerdo que lloré y me enfadé por ello y mi padre me abrazó y me dijo: “escucha, tanto si metes 0 puntos como si metes 60 te voy a querer pase lo que pase”.
Eso es lo más importante que se le puede decir a un niño, porque a partir de ahí me dije: “eso me da toda la confianza del mundo para fallar, tengo la seguridad allí, pero qué más da, estoy anotando 60, vamos a hacerlo”.
A partir de ahí me puse a trabajar, seguí con ello y seguí practicando, practicando y practicando, creo que fue entonces cuando la idea de tener una visión a largo plazo se me hizo importante, porque no iba a alcanzar a esos chicos en una semana, no iba a alcanzarlos en un año, fue entonces cuando me senté y dije: “ tengo que pensar ¿en qué quiero trabajar primero? Lanzamientos, vamos a empezar, centrémonos en esto, medio año, seis meses, no hago nada más que lanzar”.
Impulsando la carrera
Después de eso, crear mi propio lanzamiento, entonces me centro, empecé a crear un menú de cosas, cuando volví el verano siguiente estaba un poco mejor.
Luego llegaron los 14, la mitad de los 13 y los 14 años estaba pasando a todo el mundo, pasó en dos años y no esperaba que sucediera en dos años, pero sucedió porque lo que tuve que hacer fue trabajar en lo básico y en los fundamentos, mientras ellos confiaban en su atletismo y en su habilidad natural, y como me ceñí a los fundamentos simplemente los alcancé.
Y entonces mi cuerpo, mis rodillas, dejaron de doler, crecí en mi estructura y luego el atletismo, aquí se acaba el juego.
El amor por el juego, el desafío, veía jugar a Magic, a Michael y les veía hacer cosas increíbles, yo decía: “¿puedo llegar a ese nivel?” No lo sé, pero vamos a averiguarlo, así que esa curiosidad por ver hasta dónde podía llegar, me llevó por ese camino, creo.
Aprendí que hay que trabajar duro y que hay que enfocar el juego con una mentalidad seria.
Crecimiento
En el año 2003 cuando Shaq estaba lesionado, Phil me llamó a su despacho y me dijo: “necesitamos que enciendas los motores y que empieces a anotar más si queremos ganar”. Así lo hice y acabé anotando, creo que fueron 9 partidos, más de 40 puntos.
Shaq vuelve en el penúltimo partido y entonces Phil me llama a su oficina y me dice: “Kobe necesito que pares un poco”, le digo: “por qué, estamos ganando. No entiendo”. “Porque nuestro objetivo es ganar un campeonato, pero si sigues así perderemos a Shaq, su motivación, su entusiasmo, lo que desencadena, ¿verdad? Así que, necesito que retrocedas para que Shaq avance para junio.
Ese fue el gran reto, pasar de ser el único jugador dominante, a entender que tengo que ayudar a los demás, es duro, es más como si te pusieras a un lado y te pusieras en sus zapatos y entendieras lo que están sintiendo.
Tomando decisiones
Luego tienes que tomar ciertas decisiones como ¿qué botones tengo que presionar para que este jugador pase al siguiente nivel?
No se trata de sentarse y ser feliz, tu misión o tu trabajo es sacar lo mejor de ellos, aunque no les guste en ese momento
Conclusión
La "Mentalidad Mamba" de Kobe Bryant nos deja un legado inestimable de perseverancia, dedicación y búsqueda constante de la excelencia.
A través de su discurso de motivación, aprendemos que el camino hacia el éxito no está exento de desafíos y obstáculos, pero con la mentalidad adecuada, cada dificultad se convierte en una oportunidad para crecer y superarse.
Kobe nos recuerda que la verdadera grandeza no se mide solo por los logros, sino por la fuerza de voluntad y la determinación con la que enfrentamos cada momento de nuestra vida.
Su legado sigue vivo, inspirándonos a todos a perseguir nuestros sueños con pasión y a nunca conformarnos con nada menos que lo mejor.
Que este discurso pueda motivarnos a ser cada vez más comprometidos en la construcción de nuestros sueños.
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